16-12-2013
La llaga
“Bienvenido al mundo del ensayo y del error.
Bienvenido al tiempo del amor y de la llaga” (Deluxe). Una llaga detrás del labio me
está matando desde ayer. Y mientras tanto, jugando al ensayo y al error en el montaje de Sad Song a lo largo de la mañana. Lo peor de una película tan
elegante y tan cuidada es que el sonido no está a la altura. La próxima cámara
que me compraré tendrá que ir con un buen micrófono para grabar en exteriores y
que salga algo bueno, no decente. Se puede escuchar si lo dejo en niveles
bajos, pues he tenido suerte con el viento y me ha respetado bastante. Pero
cuando silba…
Así
que la pospo de sonido, dentro de
todas las limitaciones que el audio capturado me permitía trabajar, se ha
centrado en eliminar los momentos donde el viento golpeaba al micrófono y producía
un chirriante e insoportable sonido. En los casos donde ese viento no molestaba
porque venía acompañado de más ruidos o duraba apenas unas decimas de segundo,
lo he tenido que dejar para no estropearlo más. Una vez más, me ha salvado el
fuera de campo. Como la mayoría de ruidos provienen del fuera de campo he
podido sustituir los bloques de sonido donde dominaba el viento por otros más
tranquilos sin que se note la diferencia. De todas formas, tengo que pulir el
trabajo con el sonido directo. Pero ya es bastante complicado grabar solo en
medio de la calle sin permisos con un trípode, para además con la otra mano
manejar una grabadora de sonido, con el cable XLR y el micrófono con un
cortavientos. Está claro, para vídeos futuros en los que tenga que trabajar
solo necesitaré un cambio de cámara.
Mi
Panasonic creo que tendrá ya unos cinco años, y al ritmo que yo la uso deben
ser unos ocho años perrunos. Vamos, que poco a poco me pide la jubilación. Pero
espero que me aguanté hasta finalizar este proyecto. Probablemente, si se hace
una instalación con todo lo grabado, la deje expuesta también.
El
montaje de imágenes no tenía muchas complicaciones, como conté el otro día,
pues sólo había que seguir el orden cronológico de los personajes y/o
esculturas y memoriales. Básicamente, después del prólogo, el único punto donde
podía jugar era con la parte de historia grecorromana. La duda estaba en donde
colocar el plano con la estatua del lobo y la cigüeña. Esta estatua representa
una fábula cuya moraleja viene a decir que es inútil hacer el bien a los
malvados, pues nunca corresponden los favores recibidos. Había pensando en
colocar esta estatua justo después de toda la parte grecorromana, pensando
equivocadamente que las fábulas fueron más comunes en la edad media. Pero las
fábulas no son Los cuentos de Canterbury,
este género literario ya existía en la cuna de la civilización en Mesopotamia.
Y no nos olvidemos de las fábulas de Esopo. Así, después de comprobar fechas y
pensar que comenzar con una fábula tan significativa tendría más fuerza he
decidido colocar la estatua del lobo y la cigüeña la primera de todas, seguida
por Niké oculta tras los árboles, incapaz de ver nada. La Victoria imposible.
El
resto del montaje ha seguido un curso cronológico bastante temporal, en el que
las fechas extensas de reinado de los emperadores, generales y compañía, me han
permitido ir intercalándolos con intelectuales, creando así un perverso juego
irónico. Es interesante ve la evolución y el retrato que se hace de cada clase
“estamental” y los periodos. La película comienza con las esculturas clásicas
grecorromanas, blancas y bien cinceladas en mármol. Le siguen grandes figuras
de bronce de los mandamases prusianos. Muchos de ellos a caballo. Y si no están
a caballo, son ensalzados encima de un pilón. Los médicos, intelectuales,
científicos, políticos y economistas tienen una representación más mundana, más
humilde. Están a ras de suelo y sus figuras tienen una estatura de ser humano.
Los memoriales son gigantescas moles de piedra y/o derivados. El peso de la
historia. Y cuando llegamos a la contemporaneidad llega la abstracción y la
confusión de materiales. Las estatuas son hombres molécula, osos amorosos y
figuras camino del cubismo. Como decía, es muy interesante ir siguiendo esta
evolución durante la hora que dura el film. También lo es ver en que lugar
están ubicadas las diferentes estatuas y cuanta gente las transita, atendiendo
así a la importancia que realmente se le ha dado a la memoria de estos
personajes o momentos históricos.
Creo
que hasta el momento ésta es mi película con mayor poso ideológico (tanto
político como de acumulación de ideas bajo las imágenes) que he hecho hasta la
fecha. Mi anterior cortometraje, Monumentos
en la luna, también tenía muchas lecturas de fondo y una puesta formal
arriesgada. Era más clásico a nivel narrativo, éste es más contemplativo. Son
opciones diferentes para hablar de las cosas. Y cada una necesita de un
contexto de exhibición. Como Sad Song
está previsto para festivales de cine experimental y exhibiciones en museos,
creo que esta es la forma más adecuada para expresar la idea que quería
reflejar. Pues al final, lo importante en el arte contemporáneo es el concepto
y la idea. Y el reto es lograr expresarla con nitidez sin regresar a cánones
clásicos.
Al
final no he utilizado el maravilloso plano del Molecule Man para cerrar el
film. Pero he puesto otro también muy significativo. Si la película comienza
con un lobo y una cigüeña, termina con un entrañable oso que da la bienvenida a
los turistas y a los asistentes del O2 World, el mayor reciento de conciertos
de la ciudad, llamado así cuanto la compañía Telefónica O2 adquirió los derechos del proyecto. Y el oso
es tan amoroso y naif que salta el contraste entre las primeras esculturas
grecorromanas y esta. Detrás del pequeño oso, el gran coliseo que es el O2
World. Cómo un estadio es llamado Mundo. Un mundo de oxígeno diatómico. Todo un
signo de los tiempos.
De
lo que ha sucedido a lo largo del día no hay mucho que decir. Me han publicado
la crítica de La grande bellezza[1]
(en la que me podría haber esmerado más, pero es una película complicada sobre
la que realizar un breve comentario crítico-analítico y requiere trabajarla con
mayor detenimiento y no una primera y somera impresión).
También
ha venido Martí, de ESOC a recoger el vídeo que les grabé de su performance. Se marcha a Valencia por
navidad y quería llevárselo consigo. Las navidades se acercan. He leído que en
la puerta de Brandemburgo se celebra el fin de año a lo grande. Me hace ilusión
ir. ¿Cuántas veces podré hacerlo?
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