viernes, 13 de diciembre de 2013

13-12-2013. De una carta al absurdo racional

13-12-2013

De una carta al absurdo racional

Cantan Los Planetas: “Sale el sol, ilumina todo el sistema. Sale el sol, y nosotros aquí dando vueltas. Sale el sol, nena, es hora de que estés despierta. Sale el sol, lo sé, pero no tengo las pruebas. Sale el sol, nena, aunque salga por Antequera. Sale el sol, no puede ser que no lo  veas”. Y menos mal que no lo veías, Rosa Luxemburgo, porque te jugabas salir o no salir en la película, esa era la cuestión.

El plan de grabación no podía haber estado mejor calculado. El sol llegó como hubiera predicho Gandalf: “Espera mi llegada con la primera luz del quinto día, al alba mira al este” y los turistas más felices que en una buena francachela. A mi no me ha hecho mucha gracia, pues al correr las cortinas y descubrir que el sol estaba radiante he temido por la estatua que me faltaba grabar. De todas formas he salido, pues con un poco de suerte podría hacer un encuadre donde el sol no la rozase y luego en posproducción intentar corregirlo para que no desentonase con el resto. Pero he tenido suerte y la estatua de Rosa Luxemburgo estaba debajo de una especie de puente que hacia de recibidor al edificio de la Neues Deutschland, con lo que no recibía la luz del sol y el plano con un poco de etalonaje puede pasar perfectamente junto con los demás.


Así pues, a priori, doy por terminada la grabación de Sad Song. Mañana me pondré con la edición, que se prevé “fácil”. Las estatuas irán por el orden cronológico de los personajes que aparecen. La faena está en buscar a todos los personajes registrados y ver a que fecha corresponden. Creo que eso me va a llevar un tiempo.

Después de grabar a la amiga Rosa me he puesto a trabajar con la primera correspondencia fílmica para la parte del proyecto titulada “El jardín”, y que será una serie de cartas de paisaje urbano que pongan en relación las ciudades de Berlín, Barcelona, Madrid, Rotterdam, Bruselas y quizás se apunte una chica de Canadá. Las primeras correspondencias tendrán como lugar en común la plaza mayor o la plaza centro neurálgico de cada ciudad.

En mi caso ha sido la Alexanderplatz. Como era la primera carta he querido hablar de que la llegada a la capital alemana implica una aclimatación a cambios como el tiempo y las costumbres. Del sol y la rasca de la costa este española al frío y la niebla del norte de Alemania. La llegada ha coincidido con la temporada de los mercados navideños.
Como buen cinéfago, he visto la serie de Fassbinder Berlin Alexanderplatz (1980) y he decidido que mi primer lugar a retratar sería la plaza central de Berlín. Allí me he encontrado con dos Berlines diferentes: la de la mañana (fría y callada) y la de la noche (viva y alegre). Este punto de encuentro a la vez grande pero hogareño me ha recordado a Castellón. 
En esta primera carta he querido reflexionar sobre el tiempo y el cambio. Y que lo mejor es siempre ir bien acompañados durante el viaje, por ello he decidido terminarlo, aprovechando que aquí me encontré con un Homer, con una broma de Los Simpson que hace referencia a las navidades.


Desaparezca aquí. Carta 1 de Atom, desde Alexanderplatz (Berlín). Diciembre 2013 from Atom Samit on Vimeo.

Quiero que las cartas, al menos la mías, tengan un tono ligero y entrañable, sincero. Que tengan una pequeña reflexión pero no sean tan sesudas como puede ser Sad Song. Lo importante también es reflejar bien lo que implica cada punto de la ciudad que voy a ir plasmando y aprovechar el momento en el que se encuentra. Por eso, este parte del proyecto es más poética, o de una poética más suave. Evidentemente no puedo renunciar a mis tics como el uso del plano general, el utilizar o hablar de canciones, o el fundido encadenado (que me ha costado descartarlo para Sad Song), pero si no los utilizase no sería una correspondencia personal mía.

Entonces, cuando la veo, al final me saca una sonrisa y pienso en el pequeño (y puede que un tanto contradictorio) discurso sobre el tiempo que he planteado. Veo la ligereza y los planos y dudo de la calidad de mi propia obra. Quizás la he editado demasiado rápido o la he dejado en el aire. Tengo la sensación de que podría haber hecho algo mucho mejor. Pero también creo que cada vídeo y su resultado son parte del momento en el que uno se encuentra y como quiere decirlo, por lo que si ha salido así, así tenía que salir. No es una carta vacía, tiene sus ideas interesantes y refleja fielmente el retrato de la Alexanderplatz en vísperas de navidad. Quizás le falta intensidad a la parte nocturna, no lo sé. Hay algo, no se el qué, que no me termina de convencer. También es verdad que es la primera correspondencia fílmica que escribo, y encima no a una persona, sino que he tenido que dirigirla a cuatro artistas en Castellón (dos de ellos de Hispanoamérica), a Montecarlo en Barcelona, a Sofía en Bruselas, a Paco en Rotterdam y a Anna en Madrid. Espero que al menos les resulte agradable y sepan (y quieran) corresponderme con sus visiones de sus ciudades y las comparen con la que yo les he enviado. Por lo demás, espero ir mejorando con cada carta, y al recibir las suyas ya poder comenzar a entablar un diálogo, con lo que todo será más fácil.

Hablando de Anna, hoy he ido a ver una pequeña exposición colectiva en la que participa y que exhibían aquí en Berlín. Estaba en un bar de copas a unos cuarenta minutos al sur de donde vivo, en el Schloss Neunschweinsteiger (en serio, yo no se como pueden hablar así, sin vocales. ¿Cómo una palabra puede tener tres eses y una sola vocal?) La exposición se llama Rational Absurdity (Absurdo racional) e iba sobre collage. El trabajo de Anna, como Annita Klimt[1], en collage me gusta mucho. Es sencillo pero penetrante. Utilizando apenas dos imágenes es capaz de crear un sinfín de lecturas, es poesía en imágenes, casi un haiku, sin palabras. Hace poco consiguió financiar un libro que ha preparado junto a una amiga, Carmen Juan Romero, que aúna los collages de Anna con los poemas de Carmen. Me alegré mucho, pues que hoy en día un(a) artista que lo vale pueda salir adelante, y hacerlo de manera totalmente independiente, es todo un mérito.


Al regresar a la residencia he ido a hablar con Irene para comentarle que al final no me voy a hacer la cuenta en el banco, pues para lo que gasto y el tiempo que voy a estar, sacaré una buena cantidad mensualmente y arreglado. Las comisiones tampoco son caras y a partir de enero las transferencias entre países de la Unión Europea ya no llevarán comisión. Un problema menos. Me queda la escuela de idiomas. Como tuve que hacer la grabación de Sad Song a contrarreloj por cuestiones climatológicas, lo he dejado como propósito de año nuevo.

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