14-12-2013
El último vecino
Ayer
se me olvidó contar que por poco me atropella una bicicleta al llegar a una
esquina. La mayoría de gente va en servicio público o en bicicleta, coches hay
pocos y caminando somos menos. Y los que van en bicicleta “corren como el viento, Perdigón”. Pero no pasó nada y hoy estoy
aquí para contarlo.
Pero
no hay mucho que contar. Me he pasado todo el día en la sala de edición
trabajando. Grabar es un caos, es un salir y no parar. Para editar hay que estar
bien preparado y ser lo más práctico y ordenado posible. Como anoche me costó
mucho dormir, me dio tiempo para pensar en varias cosas. Entre ellas me vino a
la mente la idea de hacer la lista de mis estatuas en Excel, y no en Word, para
así, con un click, poder ordenarlas
según las fechas en las que vivieron los personajes.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikbKGa98iUjxaDDnuGXk8llveIfPrIKwwwoM-Pgts-51X-6aHE2ETUL8LG7UakaTpjdmPCUwx1ArScX-CzyjODVUTk2-77MzJJrkKx4IhrKtlwUNL7PruroZpd9hof9wyT93VrTmNJpt_n/s320/Captura+de+pantalla+2013-12-14+a+la(s)+16.25.03.png)
La
lista ha costado de hacer. Como me temía, encontrar quienes eran algunos de los
personajes ha sido complicado (especialmente en las estatuas de arte moderno,
que más que personajes son formas, así que había que saber que representaban).
Luego he tenido faena doble al querer indicar los nombres de los escultores de
los memoriales y otros monumentos que no hacían referencia a un personaje
concreto. Pero bueno, toda la faena me ha permitido montar con rapidez y ya
tengo prácticamente toda la película hecha, con un par de remontajes que
también me ha dado tiempo de probar. Dura lo que tenía pensado, pero me falta
añadir dos estatuas que no tenía y considero que son importantes: Richard
Wagner y Wilhelm von Humboldt. Mañana por la mañana iré a grabarlas.
Evidentemente,
no están todos los personajes que han intervenido en la Historia. Supongo que
faltarán algunos de los importantes y que tendrán alguna estatua escondida por
la ciudad. Pero si no están y son importantes, el espectador al echarlos en
falta los recordará con mayor fuerza. Así que las gallinas que entran por las
que salen.
Estoy
cansado y es tarde. Ya hablaré de cómo ha quedado la película y el montaje
mañana. Pero he podido etalonar bastante y el blanco/negro con el contraste y
la luz disipada por la niebla (amén de los precisos encuadres) han hecho que
visualmente la película sea una maravilla. Mañana, que espero tener todo el
material, terminaré de editar y etalonar y podré verla del tirón para ir
trabajando el sonido (también se tiene que escuchar bien, pues el sonido
directo es la banda sonora y el fuera de campo es imprescindible) y el ritmo
(que por lo que he ido viendo empalmando planos creo que ha salido como arte de
magia un ritmo bastante escalonado y ágil combinando planos de acción de todo
tipo). Sin quererlo parece ser que he hecho una verdadera sinfonía urbana.
Mañana lo comprobaremos.
Mientras
estaba trabajando me han llamado a la puerta. Era Hye, que me preguntaba si
tenía teléfono móvil porque, al parecer se lo ha cambiado y el viejo ya no lo
usaba. Y si yo no tenía me lo quería dar. Creo que me ha contado eso. Tenía la
cabeza como un bombo de estar todo el día delante del ordenador trabajando y no
la he entendido. Le he tenido que pedir que lo repitiera todo un par de veces.
Al final, yendo a lo simple, me ha dicho eso (creo que era eso). Pero como
tenía móvil la cosa ha quedado en nada. Le he dado las gracias y a seguir
trabajando. El martes los de la residencia han organizado una comida con todos
los artistas que estamos viviendo aquí. Ya veremos como marcha la cosa. Para
ese día espero haber terminado Sad Song
y poder decirles si quieren que les haga la entrevista antes de que se vayan a
casa por navidad (si es que se van).
Hoy
Sofía ha empezado a trabajar con su correspondencia desde Bruselas. Me ha
enviado una foto de la Grand Place y, la verdad, es que está decorada con mejor
gusto que todo Berlín. A diferencia de Barcelona (y España en general) que
engalanan hasta las calles más pobres con hileras de luces multicolor que van
de balcón y balcón y no hacen más que gastar dinero del contribuyente en un
momento que lo que habría que hacer es ahorrar, en Berlín apenas he visto
ninguna calle con tiras de luces. Los centros comerciales si que tiene su
respectiva cortina de blanco cegador, pero las calles son tan austeras como las
paredes de mi habitación, a las que mi tío y mi prima insisten en que les ponga
algo para decorar. Poco a poco y cuando tenga tiempo. A todo esto, tengo muchas
ganas de ver la carta en vídeo que esta preparando Sofía, seguro que me sorprende
(al igual que las de todos los demás).
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