miércoles, 11 de diciembre de 2013

11-12-2013. Molecule Man

11-12-2013

Molecule Man

El día ha sido igual que ayer, pero he salido antes y he llegado más tarde. He estado pensando que igual me hago el camino de Santiago en verano. Hoy no ha habido imprevistos. Otro día tranquilo de caminar y grabar. He tardado más porque probando caminos me he ido perdiendo, pero al final he cumplido el plan de grabación.

El plano ha destacar ha sido el Molecule Man: una impresionante escultura de tres hombres moleculeizados que caminan sobre las aguas. Para llegar hasta ellos he tenido que cruzar el parque de los drug dealers, que a buenas horas de la mañana ya estaban haciendo guardia. Después me he tenido que meter por un pequeño barrio de astilleros o algo similar que no daba muy buena espina. Mientras probaba los primeros planos escuchaba pasos detrás de mi que se detenían al mismo tiempo que yo. Al final ha resultado ser una pareja que no quería salir en la imagen.

Hacer el plano ideal del Molecule Man ha sido complicado debido a dos razones (si os fijáis, siempre son dos las razones para todo. No me gusta complicarme mucho): la primera por su tamaño y su alrededor, que convertían el encuadre en algo muy complicado. La segunda era que va a ser, en principio, el último plano de Sad Song, con lo que tenía que ser muy significativo y decir mucho. No bastaba con una buena colocación de los elementos dentro del cuadro, tenía que haber mucho más. Al final, después de probar seis o siete encuadres desde diferentes distancias y posiciones de la escultura, he encontrado en el último intento la imagen perfecta.


Ésta contiene los elementos ideales para sintetizar todas las ideas que puede llegar a plantear la película. Al lado izquierdo del cuadro vemos la torres gemelas modernas, las Treptowers. Al lado derecho la torres gemelas antiguas del puente Oberbaumbrücke. Unas gigantes, otras diminutas. En el centro el Molecule Man. Los viejo y lo nuevo, la ciencia y la naturaleza. El hombre moderno en el centro, el hombre moderno como ese Dr. Manhattan de Watchmen (Alan Moore, Dave Gibbons y John Higgins, 1987), el hombre moderno como “el destructor de mundos”, que diría Oppenheimer.


Molecule Man es el nombre de uno de los villanos del universo Marvel creado en la década de los sesenta y cuya aparición destacada es en Secret Wars. La primera escultura dedicada a este hombre formado de moléculas de aluminio fue en Los Ángeles el año 1977. Desde entonces, esta representativa figura del cambio se ha levantando en otros lugares como Iowa, llegando a Berlín en 1997, casi diez años después de la caída del muro, que se encuentra a pocos metros de nuestro hombre.  Más significativo del consumo de Europa por parte de occidente (EEUU), imposible. El Este de Berlín, la East Side Gallery se ha convertido en un mural colorista y (pop)iconico que ha perdido todo su sentido. Ahora es otra atracción del universo Disney. No sé si éste será el último plano de mi película (pues pensando en la fecha y el orden cronológico que quiero que lleven las estatuas, quizás, otros menos destacados ocupen ese lugar) pero desde luego es uno de los planos más importantes del film.

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