martes, 31 de diciembre de 2013

30-12-2013. FrAcTuRaS

30-12-2013

FrAcTuRaS

Con los pocos materiales que tenía pude pintar un pequeño cuadro anoche. Un tríptico de tres colores: azul, marrón y verde olivo inspirado por Gainsbourg. Ha sido un pequeño ensayo movido por el impulso, nada más, pero ha quedado bastante elegante. Aún así, después de haberle hecho la respectiva fotografía y compartirlo en las redes sociales, le he hecho un par de modificaciones esta mañana. He dejado caer goteando por toda la cartulina algunas gotas de verde limón que he conseguido a base de mezclas. No me ha convencido mucho el resultado. Estaba mejor cuando era más sencillo. Por la noche le he añadido dos tiras de negro, del bote al lienzo, sin pasar por el pincel. Después, como un niño, he doblado el tríptico para que las tiras de negros se convirtieran en manchas con relieve. Cuando le enseñé mis pinturas a Violeta, en Barcelona, me dijo que eran muy infantiles. Tenía razón. Pintar para mi es algo diferente al vídeo, es pura desinhibición y goce. Mis pinturas nos son más que colores y relieves movidos por los impulsos y las intuiciones.


Después de haber pintado esto y quedarme mirándolo durante un rato he pensado que cualquier puede hacerlo. Cualquier que tenga una idea de lo que quiere hacer, aunque vaya modificándose por el camino. Pero hasta lo más sencillo necesita de una imagen mental en la cabeza. Y no solo para la pintura o el vídeo, para todo. No tengo ni idea de manejar el Photoshop, pero tenía muy claro que quería desenfocarme por completo en la serie de Autrorretratos para mi madre. He pensando que el programa funciona por capas, debería hacer dos capas, recortar la figura, pasarla a la segunda capa, ahí aplicarle el efecto, cortar y volver a pegar en la primera capa. Era así de sencillo, sólo había que hacerse la idea que cómo llevarlo a cabo. Esto lo hice hace unos días, pero lo he vuelto a traer para ejemplificar el concepto. En resumen, todo deberíamos pintar.

Hoy ha vuelto a salir el sol. Va y viene. Un día si, otro no. Flashes de luz. Fracturas de color, de fondo y de forma en las calles de Berlín. He aprovechado para salir con la cámara analógica y practicar con ella. Nunca la he utilizado. Antes de eso, he sacado con la digital unas fotografías del mural de Hanneke y se las he enviado para que pueda tener algunas con buena calidad de imagen. El otro día hizo unas con su camarita compacta de baja resolución. He ido al parque que va bordeando el río y he hecho cuatro fotos. No más. No más porque voy con carrete, no con tarjeta SD. Si llego a ir con la analógica a Krampnitz no podría haber sacado las ochocientas fotos que hice. Trabajar con analógico es complicado, hay que ser muy cuidadoso y perfeccionista a la hora de tomar las imágenes y de editarlas, o montarlas en el caso del cine.


Pero el digital, si se quiere hacer bien, también necesita mucho cuidado, tiempo y trabajo. Como mi último vídeo, FrAcTuRaS, al que después de varios días completos dedicándole mis horas hoy he podido terminarlo. Que se me perdone la inmodestia, pero es una pequeña obra maestra de cuatro minutos tan absorbente y trepidante que no me canso de verla. El trabajo realizado, fotograma a fotograma a merecido la pena. Aquí su sinopsis: FrAcTuRas es una fugaz contemplación sobre las posibilidades del digital. Inspirado por el cine rítmico de comienzos de siglo y el puntillismo pictórico, FrAcTuRaS comienza grabando una tranquila mañana de miércoles en la Pariser Platz de Berlín para terminar profundizando en la imagen misma y decontruirla para reconstruir un juego de abstracciones, colores, formas y ritmos siguiendo la música de Raül Fuentes (Heezen): Fractura (Secret Speech, 2006).


FrAcTuRaS (Atom Samit, 2013) from Atom Samit on Vimeo.

A media tarde me he tomado un descanso para despejarme y he salido ha dar una vuelta por el barrio. He encontrado una pequeña librería en español, Bartleby, a la que no he entrado porque sé que cuando lo haga me sabrá mal salir con las manos vacías. Desde fuera he visto a los que la llevan sentados detrás del mostrador con ganas de que alguien entrara y les comprase un libro. Ya iré. Mientras tanto sigo saltando ante cada petardazo que meten los niños en las calles. Esto parece Magdalena. Y como tal, mañana mascletà en la plaza mayor. Había pensado acercarme a Alexanderplatz y la puerta de Brandemburgo para celebrar fin de año viendo el castillo de fuegos y demás perifollo que montan aquí, pero Cyril ha llamado a mi puerta y me ha preguntado si mañana quiere que vaya con él y con su amiga francesa, que ha venido unos días a ayudarle con su película, al club Gretchen a pasar la noche entre música electrónica, drum’n’bass, funk y house. No es lo que más me gusta, pero como le he dicho a Cyril: “Better than go alone to see Fireworks”.

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