15-1-2014
El pollo frito
Anoche
tampoco pude coger el sueño y me terminé durmiendo a las tres y media. Dos días
me ha durado el caer en la cama y quedarme frito. Esto ha provocado que me haya
despertado más tarde de lo habitual, a eso de las diez menos cuarto, con lo que
me he puesto enseguida a preparar las patatas bravas para la comida de
bienvenida que teníamos hoy con el resto de glogauers. Mientras hervían, se ha publicado en Mone
Monkey mi crítica de El lobo de Wall
Street[1]. El problema ha llegado a la hora de freír.
¡No teníamos apenas aceite! y he tenido que utilizar aceite de bálsamo para ensaladas…
No comments. Viendo que no se ponían
crujientes ni a la de nueve, en mi cabeza comenzaba a sonar la canción de Manos
de topo, El pollo frito: “Dime cuál, cuál fue el origen del problema,
dime cuál, cuál fue el origen del problema. Y la estrella polar ha cambiado de
lugar y el pollo frito quería aprender a volar”. Pasadas las doce, la hora
a la que empezaba el welcome lunch,
he encontrado un bote de aceite de girasol sin empezar. No era mío, pero lo he
abierto para intentar salvar mis patatas. Mañana iré al Lidl y le compraré otro
bote a quien haga falta. De todas formas, las patatas no han salido bien. La
salsa de ajo que compré en el súper ecológico ha camuflado el sabor a aceite de
bálsamo. Pero no estaban crujientes. Un desastre. Menos mal que los demás no
saben como son las patatas bravas y se las han comido como si realmente fueran
así. Como se suele decir: “bendita
ignorancia”. La próxima vez, lo juro por el pollo frito, las haré bien.
La
comida no ha ido mal. He congeniado con la nueva becaria española, Ana, que se
ha sentado a mi lado y hemos estado hablando buena parte de la comida. Igual
vamos el viernes a ver Cría cuervos
(Carlos Saura, 1976) a la Bartleby con el otro nuevo becario y la nueva coreana,
Jiminy, que se ha sentado a mi otro lado y con la que también he estado
hablando un poco y me ha contado que le gusta Almodóvar, Medem y Saura. Me ha
sorprendido que de Medem conociera Vacas.
Le he contado lo de mi video de cante flamenco y canto tradicional coreano y me
ha dado su mail para que se lo enviase. Eso, y la información del evento en
Bartleby. Ya veremos si al final voy solo o acompañado, o no voy. Aunque
debería ir para comentarles a los de la librería la posibilidad del Littlesecretfilm. Después de comer me
han notificado desde Notodofilmfest que mi corto, Desaparecer, ya está online[2].
Cuando
hemos terminado el welcome lunch, me
he quedado a grabar a Giulz, que sigue con su pulpo y parece que va a tener
trabajo para casi dos semanas. Le pasé algunos fotogramas de ayer y lo primero
que me ha pedido es que en el vídeo apenas muestre su rostro, que me centre en
como evoluciona la obra, que ella tiene que ser “anónima”. Y que tampoco la saque hablando, que sea
musical. Esa era la idea, pero intercalando fragmentos de entrevistas
encubierta que fui cazando al vuelo. Pero bueno, lo primero es respetar a los
artistas y la forma en que quieren que se les muestre trabajando. Si fuera otro
tipo de documental, o quisiera otro tipo de relación futura con ellos, las
cosas serían diferentes. Pero estoy aquí para hacer amigos y contactos, y
aprender, así que en la grabación ellos mandan. Aunque el montaje final, por
muy respetuoso que sea, es mío, y eso no hay quien lo dude.
La
verdad es que hoy, Giulz, parecía un poco… no sé si molesta, pero si incomoda.
Así que he empezado grabando desde la distancia. Hoy se ha puesto los cascos
para escuchar música. Se me han quitado un poco las ganas de grabarla por el
ambiente tenso que notaba, pero me he quedado ahí hasta el final. Poco a poco
ha ido volviendo a coger confianza y me he podido volver a acercar sintiéndome
cómodo. Me ha dicho que mañana me llamará para seguir grabando. No sé cuantas
horas voy a acumular de material como grabe el proceso entero. Mañana por la
mañana, medio a modo de excusa, me iré a
la puerta de Brandemburgo, que es la
semana de la moda de Berlín (o algo así he podido leer) y, al parecer hay una
pasarela allí mismo. Me quiero acercar a curiosear. Puede que grabe un vídeo y
todo. Incluso que sea el material para mi tercera correspondencia fílmica u
otra, que tengo que hacerla desde ahí.
Hemos
terminado justo cuando iba a empezar la clase de yoga, a la que acuden todas
las chicas de la residencia. Los chicos nos avergonzamos, supongo. Aunque
hablando con Hyeja, que me ha dicho que hoy solo eran las cuatro que viven
aquí, nadie de fuera, quizás me anime y la semana que viene baje yo también a
la clase, por probar. Pero no lo aseguro.
Después,
mientras importaba el material grabado, Yunyi me ha pedido que la ayudara a
colgar un par de su cuadros. Va a venir alguien a hacerle un reportaje sobre su
trabajo y quiere tener la habitación ordenada y con sus piezas bien expuestas.
Cuando estaba todo en su sitio me he hecho la cena; algo que no sé cómo no me
lo había hecho todavía: pan tostado con tomate y queso. Después mi leche de
soja con Corn Flakes (quizás tanto
azúcar sea la razón por la que tarde en coger el sueño y siempre estoy
hiperactivo; aunque ceno muy pronto, por lo que no debería, no lo sé). La noche
ha terminado con Gente en sitios
(Juan Cavestany, 2013), cuya primera impresión me ha parecido una tomadura de
pelo, pero escribiendo sobre ella le he sacado mucho jugo y he redactado un
texto muy llamativo y jugoso que mañana estará publicado en Mone Monkey. Así
que a dormir, si es que puedo.
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