12-1-2014
Soñar, montar, grabar, importar… el tiempo
no se puede detener
Después
de varias noches, he dormido como un tronco. Pero los sueños se han ido
convirtiendo en pesadillas y los recuerdos recientes en premoniciones futuras.
De todas formas, a lo largo del día, los sueños se han difuminando y ahora los
recuerdo vagamente. Sólo me quedo con la fuerza que genera un acontecimiento y
lo importante que es para el subconsciente, para luego convertirlo en un sueño
y darte claves, mostrarte errores y recordarte soluciones. Me he despertado
pronto, pero no me apetecía levantarme de la cama, así que he retomado el
relato de Antonio Luque, La mina, que
empecé anoche. Cuando lo he terminado de leer me he levantado y he comprobado el correo.
Anoche
envié varios correos que todavía no habían tenido respuesta. Se presentaba un
día tenso, con la cabeza partida en dos, con muchas preocupaciones. Pero leer
las entrevistas a Gainsbourg mientras desayuno siempre anima. Tengo que apretar
con el libro, que Cyril se marchará y no lo habré terminado. Después me he
puesto a editar el making of de Desaparecer, que formará parte del
documental sobre la residencia. Quería hacer una secuencia tipo, y breve, como
las de Hanneke o ESOC, y he hecho lo que he podido, pero aún así dura unos
trece minutos. Lo bueno es que cada secuencia tiene un estilo diferente, lo que
me va dando ideas sobre como enfocar el documental final. En esta ocasión, al
grabar yo mismo el making of e
interpretar el cortometraje, no podía hacer otra cosa que colocar la cámara en
el lugar adecuado y dejar grabando. Lo que ha dado largos planos-secuencia
estáticos, dignos de una película rumana contemporánea. Aún así he podido jugar con el montaje: un
inicio a lo Naranja mecánica (Stanley
Kubrick, 1971); después he ido alternando la forma de mostrar la grabación con
el plano en cámara, para que no fuese todo el rato lo mismo. Primero vemos un
montaje “convencional” de grabación de la grabación y después grabación real
del plano, después lo vemos con las repeticiones, sin alternar ambas
grabaciones, la siguiente toma desde la cámara de grabación del corto, etc. Ha
quedado largo porque los planos son largo y el efecto de cortar cuando se va
desarrollando la acción dentro del mismo plano es algo que no me gusta nada
estéticamente. Dura trece minutos, pero creo que está bien resuelto. Me he
tenido que cargar varias escenas que tenían momentos interesantes, pero lo más
representativo de cómo trabajar en otro idioma, con efectos especiales,
repeticiones, esperas y en un espacio tan cerrado pero sacándole tanto partido,
ha quedado bien reflejado. Todo este trabajo para un cortometraje de tres
minutos y medio que mañana o pasado enviaré al Notodofilmfest y podré publicarlo.
Me
daba palo quedarme todo el día en casa. Encima estaba yo sólo. Cyril ha salido
a ver a un amigo francés que solo viene los fines de semana. Yunyi también se
ha ido. He cogido el portátil, me lo he llevado a la cocina y me he puesto la
banda sonora de Koyaanisqatsi
(Godfrey Reggio, 1982) compuesta por Philip Glass mientras me preparaba una
hamburguesa de tofú y me la comía. La calidad, la variedad y el precio de los
productos orgánicos y vegetarianos en Berlín es incomparable. Aquí este estilo
de vida es más que una alternativa, se puede llevar a cabo y es más saludable,
ecológico y respetuoso con los animales. Una contradicción en un país que en
los mercados navideños sólo vende longanizas.
Al
final he salido de casa. No quería irme por mucho tiempo, pues me sabía mal no
seguir adelantando faena. Hoy era domingo, pero para mi como si fuese lunes,
todos los días los cuento como laborables. Hago lo que me gusta y no tengo
horario ni obligaciones que me impidan dejar de trabajar. Tenía pensando irme
hasta Alexanderplatz y volver, pero serían muchas horas perdidas. Así que,
viendo que ya estamos a doce y tengo que enviar la segunda correspondencia
fílmica, me he ido al muro de Berlín, a la East Side Gallery a grabar con el
teléfono móvil. En realidad quería
grabar el Tiergarten con nieve, pero como no nieva me lo he tenido que
replantear.
Una
vez allí he ido pensando sobre que podría tratar el vídeo. Al llegar lo he
visto claro. Rosabel me hablaba ayer de un proyecto al que le tiene que dar
vueltas sobre lo que representa la caída del muro de Berlín y si la ciudad
seguía teniendo dos lados y demás. Algo sobre lo que estuvimos hablando un rato
en el contexto de si realmente existió en algún momento eso que llamamos
Europa, como un contiene unido y en la misma dirección. Pues esta idea va a
sobrevolar la segunda correspondencia. Y, de paso, se la enviaré a Rosabel por
si le da alguna idea para el proyecto. Partiré la pantalla en dos, por un lado
el este, por el otro el oeste. Después, imágenes de archivo de la historia del
muro de Berlín. Sobre las imágenes quizás lea un fragmento de Historia de dos ciudades (1859) de
Charles Dickens. Me he dejado el libro en Castellón, pero supongo que podré
encontrarlo por Internet.
Al
volver he terminado de exportar la secuencia del making of y he escrito y publicado la entrada de mi blog de cine, Anuncios para coches. Esta semana sobre
Béla Tarr[1]. Nada
más he terminado toda la faena, me ha llegado un mensaje de Irene enviándome el
texto de Desaparecer traducido al
inglés. No tenía nada mejor que hacer, así que me he puesto a subtitularlo.
Menos faena para mañana, que creo que igual tengo que empezar a grabar a Giulz
con su trabajo para el showcase.
Como
me sabía mal haber caminado tan poco rato, apenas dos horas, quería ir al
centro de la ciudad por la noche. Me he puesto una película corta y no muy
pesada, pues no tenía la cabeza para nada más. Pi (1998), que me la había recomendado Cyril y era la única que le
gustaba de Darren Aronofsky. Cuando se ha terminado he pensado que era domingo,
y probablemente estaría todo cerrado y habría poco ambiente, así que me he
quedado en casa. He importado todo el material que he grabado del muro de
Berlín y he buscado los vídeos que utilizaré como material de archivo. Así,
mañana por la mañana podré ponerme a editar. Siempre hay trabajo, por mucho que
adelantes las cosas. Cuando has terminado una, sale otra. Pensando en la
librería Bartleby, en la posibilidad de que venga Sr. Chinarro y que en unos
días igual me reúno con Bet, me ha venido una idea para hacer un Littlesecretfilm. Mañana o pasado iré
concretando la posibilidad preguntando en la librería la si puedo grabar allí.
Las ideas fluyen como si estuvieran en una cinta de Möbius.
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